PINTURA TRIDIMENSIONAL


"Abrir y encontrar"
Pintura sobre hilo tanza 1,80 x 90












Hablar hoy de pintura, en medio del ruido de la agitada banda sonora de nuestros tiempos, es hablar en pasado. Su desfase temporal, en el remolino mediático, la convierte en un arcaico proceder para el que parece no quedar voz posible. Es de la mano de la vejez y el silencio que la pintura de Gaete se pregunta acerca del sentido que puede tener, todavía, construir frágiles mundos desde la trayectoria del pincel, aun sabiendo que el ruidoso repertorio de imágenes tecnificadas y saturadas del espectáculo[1] anula cualquier intento de reflexión, detención y sentido. En esa larga e infinita pregunta, cada uno de los cuadros del joven pintor presentan por un lado, una acotación al color y a la forma, como por otro, una hostilidad a la narración. Estos, herederos de los predicamentos de la abstracción, diluyen el discurso icónico en un puro decir pictórico, justo en tiempos de azote signico y consumo visual.

Pareciese entonces que el anacronismo abstracto de Julio Gaete adquiere un carácter de resistencia que, en contra posición a la visualidad hiperbólica caracterizada por el consumo compulsivo de lo icónico, asume un discurso destinado a generar espacios de recuperación narrativa y territorios de crecimiento simbólico.

Javier Rodríguez P.
Artista Plástico y Docente
Master en Producción Artística,
Candidato a Doctor en Bellas Artes
Universidad Politécnica de Valencia