La Biodiversidad en el Bicentenario







¿Cómo traducir la biodiversidad en término de arte? Quizás la palabra que mejor la evoque sea multivocidad, visible aquí en una pluralidad de obras que representan diversas visiones posibles de la relaciones entre artista y cosmos que lo habita y en el que habita. Cada creación una expresión subjetiva, traducción en forma y materia de su arraigo a la tierra; construcción de una identidad propia que escape a toda catalogación y refleje las particularidades vitales de una historia entretejida con lo colectivo.

Hacia algunos años, Víctor Grippo afirmaba en una entrevista que el arte no consistía en “hacer una segunda versión de la realidad sino acrecentar la realidad misma” esta frase justa podría condensar la esencia de lo conceptual: obras que no se proponen reduplicar lo existente sino originar objetos simbólicos capaces de interrogar las formas de la existencia; una invitación de la transformación de las relaciones-fosilizadas, cristalizadas-entre todo hombre y su entorno vital. A la transformación de la materia en signo “la obra” le corresponde la transfiguración de las conciencias por apelación a lo sensible. La obra que no reduplica apunta a transmutar: esta es la hipótesis que, quizás, actúa como hilo conductor de los múltiples objetos, y espacios que conforman esta muestra.




Viviana Suárez